Si algo abunda en internet son los expertos en cometer faltas de ortografía. Y también en corregirlas. Parece una contradicción, ya lo sé, pero seguro que tú también habrás visto en los comentarios de cualquier post de Facebook una guerra parecida: de los argumentos sobre la conversación se pasa a criticar erratas ajenas. Y con posibilidad de bucle, porque con un poco de suerte uno de los que corrige comete al mismo tiempo una falta. O corrige algo que en realidad está bien escrito en un triple salto mortal del acierto-error.
Un buen truco para no fallar nunca al escribir son las reglas mnemotécnicas. Seguro que tú no las necesitas (guiño-guiño) pero imagino que conocerás a alguien al que no le vendría mal darle un repasito o tener una chuleta a mano para cuando se le escapa un “hay” en lugar de “ahí”. O que escribe por Whatsapp como si le cobraran por los caracteres. Tranqui, aquí hay una bastante apañada para que se la pases a esa persona así como quien no quiere la cosa (otro guiño-guiño).
Y este tuit también le podrá ayudar a grabarlo a fuego en su mente.
Volviendo a las faltas de ortografía, nos tenemos que poner honestos en cuanto a lo cómico de algunas: igual te sangran los ojos al leerlas pero te acabas riendo de puro absurdo, estén en internet o no. Te pongo ejemplos:
Y mi favorito:
No me quiero despedir sin resolverte la que probablemente es la duda de la semana: ¿Caraanchoa va mejor junto o separado? Fundéu tiene otra vez la respuesta: mejor caraanchoa o caranchoa.
Ahora, HAMIJO, cruzo los dedos para no haber cometido ninguna falta, aunque me veo bastante capaz.
Selección del contenido y redacción de la carta: Anabel Bueno @aibueno
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