Notas
sobre el Proceso Electoral 2016.
A
partir de este lunes el proceso electoral entra en su fase definitoria y
definitiva. Unos pocos días nos esperan para conocer si lo que vienen anunciando
las encuestas en los últimos meses será cierto o si por el contrario la acción ciudadana
resulta un mentis a las mismas.
Una
cosa si es cierta, estas elecciones muestran unas características que las
convierten en únicas. Haciendo abstracción de los escarceos y las conductas
ambivalentes en relación a las decisiones de la JCE, debemos estar contestes
que nunca como ahora el país ha contado con un Padrón electoral tan idóneo y
seguro. Nunca como ahora tanto la JCE, como el TSE (en su condición de
Contencioso) han ofrecido tantas garantías a los derechos de los ciudadanos, de
las organizaciones políticas. Asi como seguridad, transparencia y la organización
del proceso. Tal vez, solo un sector de los dominicanos no acepta esa realidad
reconocida en el mundo.
Más de
24 mil candidatos optando por unos 4,106 cargos electivos convierten estas
elecciones en “sui generis” y si valoramos los esfuerzos de esas dos instancias
(JCE y TSE), para que todo el que haya acudido a ellas encontrara resguardados
sus derechos, conforme al debido proceso y a la tutela judicial efectiva, hemos
de concluir que este proceso habrá de culminar demostrando al mundo que la
Republica Dominicana camina, en materia electoral, un camino libre, diáfano y seguro.
Que a
una semana de celebrarse las elecciones no se hayan producidos hechos
lamentables, propios de certámenes anteriores nos hace pensar que la sociedad
avanza, ojala que podamos culminar el próximo domingo de la misma manera como
ha transcurrido la campaña; En Paz y Armonía.
Otra de
las razones que convierten este proceso en paradigmático es en relación a los
propios actores; quien pudiera pensar
que un partido que obtuvo la mayor cantidad de votos en las últimas elecciones,
caso PRD, en estos comicios participe como un convidado de piedra, aliado al
partido de gobierno. Al analizar la conformación del principal partido de oposición
PRM, nos damos cuenta que el partido que le permite presencia en la boleta (ASD)
además de ser un coto familiar del propio candidato, tiene como historia que surgió
en 1961 de la división del PRD, y a partir del 2012 otra crisis divisionista en
el propio PRD le da carta de ciudadanía. Habria que esperar una vez pasadas las
elecciones cual será su futuro.
El caso
del PRSC, es uno de los que merecen ser estudiados; durante mas de 30 anos tuvo
una incidencia extraordinaria en la vida política dominicana, sin embargo a
partir del fallecimiento del Dr. Balaguer,mas bien desde aquella crisis del
1994 y el posterior apoyo al PLD, esta organización política ha venido en
franca disolución, al punto que nos parece que luego de estas elecciones el
futuro es incierto.
Una de
las cuestiones mas interesantes de estas elecciones es, sin dudas, el surgimiento
de nuevas opciones que al principio levantaron algunas expectativas incluso la “esperanza”
de que pudiera conformarse un bloque opositor que “plantara cara” al PLD y su
candidato sobre todo en aquellos momentos en que las tensiones al interior de
ese partido presagiaba una crisis importante, sin embargo, ni una cosa ni la
otra: Ni fueron capaces los opositores de unificar sus aspiraciones, algunos
mas bien se posicionaron para garantizar puestos electivos; ni el PLD se
dividio, al contrario, emergio con mas fuerza, consolidando su liderazgo en la
sociedad política dominicana.
Por
último, sin ser limitativo pienso que una de las más trascendentes decisiones
de cara al proceso electoral próximo tiene que ver con el anuncio de que unos
1,800 reclusos podrán ejercer el voto el próximo día 15 de mayo. Visto en su
cantidad quizás no tiene repercusión en un padrón que ronda los 7 millones de
votantes. Sin embargo, de cara a la consolidación al Estado Social, Democrático
y de Derecho que establece nuestra Constitución, este solo hecho que garantiza
el ejercicio de los derechos civiles y políticos a ciudadanos privados de
libertad, pero sin una sentencia firme en su contra, convierte el proceso electoral en un evento de
trascendencia para la democracia dominicana, ojala y todos estemos al nivel que
corresponde y demandan los tiempos